En esta ocasión vamos a hablar sobre la salinidad en las aguas de riego, que nosotros lo consideramos el gran problema oculto en aguas y suelos destinados para cultivos. Es difícil de detectar si no se realizan controles analíticos, aunque aquí te contaremos cómo podemos prevenirlo. La clave para su control es realizar un lavado de sales.

Antes de que sus efectos sean claramente visibles, detectar un problema de salinidad en el suelo es casi imposible. Sus efectos se hacen evidentes cuando ya es demasiado tarde para salvar el cultivo. Es por ello que resulta de vital importancia tenerla siempre en cuenta cuando se usa agua de riego, debiéndose establecer controles periódicos en agua y suelo.






Riesgo de Salinización
Los problemas de salinidad ocurren cuando se acumula sal en la zona radicular del cultivo, ocasionando la alteración de los procesos osmóticos de la planta. Esto provoca a su vez que las raíces necesiten mucha más energía para obtener el agua, manifestándose en una progresiva disminución del rendimiento del cultivo.
► El peligro principal de la salinización
El principal peligro de la salinización es que esta acumulación de sal suele manifestarse como una disminución de la producción. Cuando se muestran los verdaderos síntomas, la acumulación es muy importante y es casi imposible llevar a cabo medidas correctoras.
Evidentemente, las soluciones pasan por disminuir la concentración de sales en el suelo y determinar el origen de estos aportes de sales. En muchas ocasiones no es sencillo disminuir dicha concentración, y aún más difícil resulta eliminar el origen de dichos aportes (agua de riego, veta salina, …)
Que las medidas adoptadas resulten exitosas depende de muchos factores, pero una de las más importantes es la prevención y la adopción de medidas culturales oportunas.
► La salinización es un peligro oculto
Los efectos de la salinización para toda la plantación es muy homogéneo y actúa de una forma muy gradual. La disminución de producción normalmente se suele atribuir otro motivo (mal abonado, falta de riego, …), por lo que puede desviar el foco de atención del problema real, acrecentándolo más campaña tras campaña.
Es por ello que decimos que la salinidad es un problema oculto: Pasa desapercibido y es muy complicado identificar las causas. Requiere estar atento a múltiples factores como el agua de riego, vigilar las zonas deprimidas topográficamente y drenaje del suelo, entre otros muchos motivos.
No podemos dejar de mencionar otros problemas paralelos como la alcalinización de los suelos, de los que hablaremos en otra ocasión.
► Tolerancia de salinidad en cultivos
No todos los cultivos toleran de igual manera las sales, y no se conocen con detalle los motivos reales. La cuestión es que algunas variedades de cultivos que admiten mejor la salinidad. Ya hemos hablamos de en este sentido respecto al cultivo del pistacho.
En relación a la salinidad, los cultivos se clasifican como:
- Sensibles
- Medianamente Sensibles
- Medianamente Tolerantes
- Tolerantes




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Prevención de Salinización de Suelos
Por norma general: la mejor medida es la preventiva, puesto que suelen ser las más económicas a largo plazo en tiempo y dinero. Hemos hablado muchas veces de las ventajas la realización de análisis periódicos , que también nos pueden advertir de un potencial problema de salinidad.
La importancias de estas medidas las vamos a apreciar en los siguientes puntos.
► Lavado de sales
La mejor solución para alejar las sales a zonas lejanas de las raíces es el conocido “Lavado de Sales“.
Lavado de Sales
Un Lavado de Sales en un suelo es el procedimiento consistente en utilizar una cantidad de agua superior a la dotación necesaria para dicho suelo.
Dicho de otro modo, consiste en regar el cultivo con mayor cantidad de agua de lo necesario. Esta cantidad de agua adicional que aportamos para rebajar la concentración de sales es lo que conocemos como Fracción de lavado.



Fracción de Lavado (FL)
Es el porcentaje extra que se ha de usar de agua con respecto a la dotación inicial de riego. El cálculo de este porcentaje depende de la salinidad del agua y de la tolerancia del cultivo a la salinidad.
► Capas impermeables
Para que el lavado de sales sea efectivo, tenemos que asegurarnos de que no tenemos una capa impermeable a menos de 2 m. de profundidad. Si tenemos duda sobre capas impermeables, las detectaremos mediante un análisis de suelo con muestreo por horizontes en profundidad.
► Acumulación de sales en el suelo
Con el tiempo, el suelo tiende a adquirir las mismas sales que contiene el agua de riego pero más concentradas. Es lógico ya que durante los procesos de evaporación y evapotranspiración de la planta se consume el agua y la mayoría de las sales quedan en el medio. De ahí la importancia de conocer la composición del agua de riego en estas situaciones.
Otra consecuencia importante de los efectos de la evaporación y de la evapotranspiración es que durante los meses más calurosos del año, el problema de la salinidad se acentuará.
La cantidad de sal que queda en el suelo depende de la fracción de lavado (FL). Por ejemplo y aproximadamente, para una FL de un 15%, la concentración de sales que quedará en la pare inferior de la raíz será más de 6 veces a la del agua.
► Cómo se distribuye la salinidad en el suelo
En un modelo teórico como este, podemos dividir la zona radicular en 4 partes. Cada franja representa al porcentaje de agua demandada que es absorbida en cada parte.



En la parte superficial se extrae o evapora el agua con mayor facilidad, una vez que el suelo de la parte superior se va secando, la planta tiene más facilidad en extraer el agua de la parte inferior.
Cuanto mayor es la salinidad del agua, más gradiente de salinidad habrá entre capas y más complicado será extraer el agua por parte de la planta. A la vez, se hace palpable que cuanto menor es la fracción de lavado, más salina será la solución del suelo en las capas inferiores.



Podemos apreciar que si la fracción de lavado es muy baja, la conductividad en la parte baja de la raíz será extraordinariamente alta con respecto al agua de riego.
► El agua de la lluvia
El agua de lluvia es el gran aliado para el lavado de suelos, pero tenemos que tener en cuenta que no siempre la pluviometría es suficiente para realizar un lavado efectivo.
Por eso, se aconseja antes de la época de lluvias, saturar el suelo con agua de riego para que la lluvia realice un lavado más efectivo.
► Salinidad y sistemas de riego
Si conocemos la composición de los fertilizantes líquidos que usamos y los aplicamos mediante fertirrigación, al menos podremos mantener un control. Con la ayuda de dosificadoras y de aplicar fórmulas personalizadas en el riego, podremos mantener más controlada la salinidad en el suelo.
También cuando hemos hablamos sobre el sistema de riego por goteo mencionamos que mientras el bulbo se mantenga húmedo, la mayoría de las sales se concentran en la periferia. Dado que la mayoría de las raíces se encuentran en el centro del mismo, hacen que este sistema sea idóneo para utilizar aguas con cierta salinidad.






Conclusiones
- La salinidad es un problema oculto la mayor parte del tiempo.
- La forma de prevenirlo es mediante lavado de sales.
- No afecta igual a todos los cultivos.
- El manejo del agua es vital para evitar problemas.




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