La aparición de algas en balsas de riego es un problema, muchas veces recurrente, que provoca grandes inconvenientes, impide regar la explotación y por tanto, es motivo de grandes pérdidas económicas.

Este es el cuarto de una serie de artículos en los que venimos hablando sobre el riego, su importancia, aprovechamiento y los puntos en los que CSR Laboratorio puede ayudarle. Anteriormente estuvimos hablando sobre el Riego Localizado o Por Goteo, y ahora nos centraremos sobre el problema que pueden representar las Algas en las Balsas de Riego.






El Origen del Agua es Importante
Es muy frecuente en nuestro laboratorio que nuestros clientes acudan con problemas de obstrucciones motivadas por la presencia algas u otros organismos (zooplancton). En cualquier caso, una vez que se ha producido el problema su solución suele ser complicada y las medidas que se adoptan son efectivas durante un corto periodo de tiempo si no se realiza un estudio en profundidad de la situación.
Una balsa de riego es en sí un ecosistema en que se ha de tener en cuenta factores tales como: su diseño previo, su flora, su fauna y como no, el origen del agua.
Como hemos dicho, el origen del agua es muy importante y se ha de tener en cuenta a la hora del manejo preventivo para evitar que proliferen algas problemáticas en las balsas de riego. Los dos factores que más influyen en la susceptibilidad del agua para la formación de algas son:
- Sólidos en Suspensión: Estos provocan turbidez en el agua, siendo mucho más altos en aguas superficiales que en aguas subterráneas, debidos a los arrastres que se producen en las cuencas.
- Nutrientes: Las aguas con altos contenidos en Nitrógeno y Fósforo son susceptibles al desarrollo incontrolado de algas.
Así, podemos establecer un nivel relativo de contenido en Sólidos en Suspensión y Nutrientes en función del tipo de agua:
Las aguas de escorrentías superficiales son las que más alto contenido tendrían de sólidos y nutrientes. Muchas balsas y estanques de riego se nutren de este tipo de aguas, pero no es lo más habitual. Lo normal es usar aguas de cauces, aguas procedentes de depuración y aguas subterráneas. Como podemos apreciar, las aguas de ríos también suelen incorporar una cantidad apreciable de nutrientes y sólidos, mientras que las aguas subterráneas, mientras provengan de acuíferos no contaminados, son las que mejor calidad tendrían.



Para saber más…
MANUAL PRÁCTICO DE BALSAS AGRÍCOLAS.
Diseño y Gestión para su Mejora Ambiental.
Agencia Andaluza del Agua. Junta de Andalucía. 2011.
Por tanto, conocer el origen y la composición del agua con la que se alimenta una balsa es definitivo para establecer un plan de mantenimiento y prevención de la aparición de algas. Pero, ¿Cómo se forman las algas?






¿Cómo se Forman las Algas?
Repasemos los factores que pueden influir en la aparición de algas dentro de una balsa.
► Profundidad de la Balsa
La profundidad va a condicionar la entrada de luz y la estratificación del agua. El agua puede mezclarse por diferencia de densidad, pero si la balsa es muy profunda (>4 m) las capas inferiores van a tener aguas más frías y pobres en oxígeno, con poca luz de forma permanente, ya que es más complicado que se mezclen las capas de agua.
► El Sustrato (fondo de la balsa)
Lo más habitual es que las balsas de riego estén impermeabilizadas con materiales sintéticos, en estos casos al no existir un intercambio de materia con el sustrato natural, es más probable que se acumulen nutrientes y se de lugar a la proliferación de algas.
► La Salinidad
El perfil salino del agua, o dicho de otra forma, el tipo y cantidad de sales del agua, puede limitar o condicionar el desarrollo de unas especies u otras. La naturaleza de las sales que están disueltas en el agua viene dada por la litología del terreno por donde transcurren las aguas superficiales y subterráneas.
► Los Nutrientes
Los nutrientes que limitan la producción biológica son el Nitrógeno y el Fósforo. El fósforo es mucho menos abundante que el nitrógeno por lo que ejerce como elemento limitante antes que el nitrógeno. Las aguas procedentes de escorrentías superficiales, de lixiviados agrícolas y las que vienen de la depuración de aguas residuales son las más ricas en nutrientes. En estas aguas se puede producir una proliferación muy grande de algas.
Cuando mueren las algas, como materia orgánica que son, se consume oxígeno para descomponerse mientras se depositan en el fondo, dando lugar a fenómenos de putrefacción. Estas alteraciones producidas por el exceso de nutrientes es conocido con el nombre de Eutrofización.
La Eutrofización
La presencia de nutrientes en la balsa puede provocar el crecimiento descontrolado de algas en la superficie, las cuales no dejan entrar la luz hacia la vegetación de las partes profundas. Al morir, las algas consumen todo el oxígeno (comba de oxígeno), que deja de estar disponible para otras especies (animales y plantas) y dan lugar a fenómenos de putrefacción.
► El Oxígeno
El Oxígeno de las balsas de riego proviene de la fotosíntesis de las plantas que contenga y de la difusión desde la atmósfera. Normalmente existe un equilibrio entre la cantidad de oxígeno producido y el consumido. Bajo ciertas circunstancias (elevada turbidez, materia orgánica o altas temperaturas) se puede romper este equilibrio dando lugar a grandes mortandades de seres vivos (putrefacción)
Se está extendiendo el uso de aireadores laminares para el tratamiento de balsas con el fin de mantener una concentración equilibrada de oxigeno. Des esta manera, se permite una “autodepuración” de las aguas e impide fenómenos de putrefacción.
► La Temperatura
En balsas muy profundas y en climas con temperaturas extremas, puede haber muchos grados de diferencia entre las capas. Esto provoca una estratificación por temperaturas (y cantidad de oxígeno disuelto). Las capas profundas, más frías y con menos oxígeno, pueden ser removidas por fenómenos como tormentas. Esto provoca que masas de agua pobres en oxígeno invadan partes superficiales, dando lugar a importantes mortandades de fauna acuática.
Por otro lado, las temperaturas suaves de la primavera son ideales para la eclosión de algas si existen nutrientes en las aguas.
► La Transparencia
La transparencia del agua en las capas superficiales puede verse afectada por la presencia de arcillas (provenientes de escorrentías) y de fitoplancton. Esto impide que entre luz en capas inferiores, disminuyendo la capacidad fotosintética de plantas acuáticas y el propio fitoplancton.
El fitoplancton (algas microscópicas) puede ser beneficioso para el hábitat de la balsa ya que éste el el alimento de otros microorganismos llamados zooplancton. Estos pequeños organismos mejoran la producción de oxígeno disuelto dentro del agua.
► Factores Biológicos
Dentro de los factores biológicos podemos enumerar el fitoplancton, el zooplancton, las plantas sumergidas, los distintos tipos de algas, etc. Todos estos factores pueden influir positiva o negativamente en el mantenimiento del equilibrio dentro de la balsa. Existe una serie de interacciones básicas que no vamos a describir en este artículo pero sí pueden ser consultadas en el Manual Sobre Manejo de Balsas que hemos recomendado más arriba.
Tipos de Algas
Se distinguen tres tipos de algas:
– Algas que forman parte del plancton o diatomeas: Su presencia en cantidades moderadas puede se beneficiosa.
– Algas filamentosas: Son las que provocan más problemas, empiezan a nacer en fondos poco profundos, acumulan el oxígeno que producen entre sus filamentos, en un momento dado emergen y pueden ocupar toda las superficie de la balsa.
– Algas ramificadas: Tienen apariencia de plantas, están fijadas al fondo aunque no desarrollen raíces como tales.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, sabemos que no es sencillo llevar a cabo un control de las algas dentro de las balsas de riego. A continuación vamos a enumerar algunas buenas prácticas que pueden ser de utilidad:



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Buenas prácticas en el manejo de Balsas de Riego
- Cuencas: Lo que ocurra en la cuenca será reflejo de la calidad del agua que circula por ella. Por tanto, buenas prácticas de fertilización y mantenimiento de la cubierta vegetal, repercutirán directamente en evitar lixiviados de fertilizantes, erosión, etc.
- Pendiente: Las pendientes suaves en el perímetro dan lugar a mayor diversidad porque es más fácil que especies vegetales se desarrollen. Si no se puede en todos los lados, sí se aconseja hacerlo en un lateral o diseñar una isleta.
- Sustrato Natural: En la medida de lo posible las balsas deberían tener un sustrato natural, pero por motivos de seguridad y medioambientales es muy complicado. Si la balsa se impermeabiliza con hormigón o material plástico se puede añadir un sustrato adicional de grava.
- Isletas: Son un recurso interesante para dar cobijo a la avifauna, mejoran paisajísticamente el entorno, contribuyen a la eliminación de partículas en suspensión y nutrientes.
- Herbicidas: Su uso es desaconsejado ya que la muerte de vegetales y algas puede tener un efecto contraproducente. El motivo es que se libera material vegetal fino y nutrientes que favorecen la explosión de algas, entrando en un círculo vicioso.
- Limpieza: La limpieza periódica puede ser muy beneficiosa ya que se eliminan nutrientes y sedimentos que interfieren en la calidad del agua. Existen limitaciones medioambientales que han de ser contempladas.
- Prebalsa: En balsas abastecidas por aguas superficiales es interesante situar previamente una prebalsa que permita decantar materiales. Una balsa de decantación previa es más fácil de limpiar que la balsa principal, por lo que el ahorro a medio plazo es importante.
- Especies Exóticas: Está totalmente desaconsejado introducir especies exóticas que compitan con otras (por ejemplo, cangrejo rojo) por los efectos colaterales que pueda provocar.
- Conocimiento y Controles Analíticos: Conocer las características de nuestra agua y las especies que habitan son herramientas imprescindibles.
Controles Analíticos: El Mejor Aliado
Realizar controles periódicos del agua de la balsa, para conocer si existen cambios en la composición que podrían dar lugar a problemas de algas es la mejor medida para el manejo de las mismas.
Las herramientas preventivas nos permitirán anticiparnos a la aparición de problemas que nos van a impedir utilizar nuestros sistemas de riego en los momentos cuando más se necesita, como puede ser la primavera y el verano.






Más Artículos de la Serie
- Riego I: El Valor Nutricional de las Aguas
- Riego II: Las Propiedades Hídricas del Suelo
- Riego III: El Riego Localizado
- Riego IV: Algas en Balsas de Riego.
- Riego V: Interpretación de Análisis Agua de Riego
- Riego VI: Salinidad en Aguas de Riego. La Necesidad de lavado.
- Riego VII: ¿Cuánto y Cuándo tengo que Regar?



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