En cultivos de regadío no basta con conocer los parámetros que definen la Calidad Agronómica del Agua a través de un análisis, es necesario conocer también las Propiedades Hídricas del Suelo. Es decir, la capacidad del suelo para almacenar agua, cómo se infiltra ésta a través del mismo, etc.
En CSR Laboratorio obtenemos en nuestro análisis SIMAS las propiedades hídricas del agua, necesarias para una buena planificación de regadío.

Este es el segundo de una serie de artículos en los que venimos hablando sobre el riego, su importancia, aprovechamiento y los puntos en los que CSR Laboratorio puede ayudarle. Anteriormente estuvimos hablando sobre los Nutrientes en el Riego, y ahora nos centraremos sobre las características del suelo que condicionan el riego.






Las Propiedades Hídricas del Suelo
Cuando un suelo recibe agua de lluvia o se riega, llega un momento en que se satura y no puede retener más agua. En este momento, el suelo comienza a drenar agua por lixiviación rápidamente.
Llega un momento en que la velocidad de pérdida de agua es imperceptible, esta es la cantidad máxima de agua que puede acumular un suelo, conocida como Capacidad de Campo (CC). Por otro lado, las plantas no pueden aprovechar todo el agua (humedad) que hay almacenada en el suelo.
Existe una cantidad de humedad mínima a partir de la cual las plantas ya no pueden absorber agua del suelo. A esta cantidad se le denomina Punto de Marchitez Permanente (PMP). En teoría, las plantas pueden disponer del agua el suelo cuando el suelo dispone de cantidades de agua entre la Capacidad de Campo (CC) y el Punto de Marchitez Permanente (PMP). A esta cantidad de agua se le llama Agua Disponible para la Planta (ADP).
En realidad, las plantas no pueden disponer de toda el Agua Disponible para la Planta (ADP), antes de llegar al Punto de Marchitez Permanente (PMP), éstas sufren de estrés hídrico, por lo que las programaciones de riego han de tener en cuenta cual es la Reducción Máxima Permisible (RMP) de la Capacidad de Campo, que está relacionada también con la profundidad de las raíces del cultivo.
Teniendo en cuenta lo expuesto hasta ahora, podemos resumir las propiedades hídricas de un suelo en el siguiente glosario:
Grado de Saturación del Suelo
Es la cantidad máxima de agua que contiene un suelo cuando todos los poros están llenos de agua. En suelos bien estructurados esto es un estado temporal y por efectos de la gravedad, el agua empieza a drenar desde los poros grandes hacia capas inferiores. Estos espacios son ocupados por aire.
Capacidad de Campo del Suelo (CC)
Es una cantidad relativamente constante de agua y corresponde al agua que queda en el suelo tras haber drenado el agua cuando se encontraba saturado, después de unas 48 horas. El drenaje se ha producido a través de los poros mayores de 0,05 mm, mientras que el agua que comprende la Capacidad de Campo es la que ocupa los poros más pequeños.
En suelos bien estructurados, tiene sentido hablar de capacidad de campo, mientras que en suelos mal estructurados, el drenaje puede estar produciéndose durante varias semanas, por lo que no existe una capacidad de campo bien definida. El suelo, a capacidad de campo se siente muy húmedo en contacto con las manos.
Punto de Marchitez Permanente (PMP)
Cuando el cultivo va consumiendo agua, llega a un nivel que, aun conteniendo cierta cantidad de agua el suelo, las raíces de las plantas no pueden extraer más agua del suelo. A esta cantidad mínima de agua que puede extraer la planta se le denomina Punto de Marchitez Permanente.
En este punto, el cultivo no puede sobrevivir aunque se vuelva a saturar el suelo. El suelo al tacto se nota seco o muy poco húmedo.
Agua Disponible para la Planta (ADP)
Es la diferencia entre la Capacidad de Campo (CC) y el Punto de Marchitez Permanente (PMP):
ADP = CC – PMP
Esta es la cantidad de agua que está disponible para la planta, aunque debemos saber que cuando esta cantidad se acerca al PMP, la planta empieza a sufrir estrés hídrico, por lo que en los planes de riego no se puede agotar el ADP para empezar a regar, se ha de planificar con un factor que evite este circunstancia.
►Relación entre Propiedades Hídricas y Textura
Estos valores y otros relacionados con la hidráulica del suelo, dependen de la Textura del Suelo y la Materia Orgánica, es decir, de la cantidad de arcilla, limo y arena.
Cómo se obtienen las Propiedades Hídricas
Se pueden obtener experimentalmente o mediante cálculos. El método experimental es el más exacto, pero es tedioso y costoso. Existen métodos teóricos basados en la textura que son adecuados.
En CSR Laboratorio, hemos adaptado una metodología que fue validada por la USDA, en la que tenemos en cuenta la Textura y la Materia Orgánica, considerándose un método con un grado de exactitud muy alto.
Según hemos ido exponiendo, la capacidad de retención de agua en un suelo depende, principalmente, del tamaño de los huecos que van dejando las partículas del suelo (ver Gráfico 1)
►Veamos un ejemplo
Efectivamente, cuanta más arcilla contenga un suelo, mayor cantidad de agua es capaz de retener y por tanto mayor será la cantidad de agua útil del mismo.
Valga como ejemplo y de forma aproximada, que en un metro de profundidad de suelo, un suelo arenoso almacena unos 50 litros de agua, un suelo franco unos 150 litros y un suelo arcilloso, más de 200 litros.
Como máximo, se debe de regar hasta alcanzar la capacidad de campo, pues si la sobrepasamos, estaremos desperdiciando agua, a no ser que queramos realizar lavados del suelo, cuando se manejan aguas salinas.
La periodicidad del riego debe permitir agotar el agua hasta alcanzar el 30% del agua útil del suelo, sin llegar al PMP, de este modo, sin someter a la planta a estrés hídrico, se fuerza a la planta a un desarrollo radicular y se oxigena el suelo.
En CSR Laboratorio hemos desarrollado un método teórico para obtener las Propiedades Hídricas del Suelo basado en un algoritmo de la USDA y que ofrecemos dentro de nuestro Análisis Fertilidad SIMAS de Suelos.






Cómo Regar en cada caso
Como el agua es un bien cada vez más escaso, es preciso manejarla con cuidado y aprovecharla al máximo para sacarle el mayor rendimiento posible, y ahorrar la que se pueda. Para ello debemos conocer las Características Hídricas de nuestro suelo y la eficiencia del sistema de riego
Según lo dicho, el riego ideal sería aquel en que toda el agua aportada fuera utilizada por las plantas. Sin embargo, en la práctica esto es imposible de conseguir, ya que existen una serie de variables, tanto climáticas como edafológicas o del propio sistema de riego, que no son posibles de controlar.
Características Edafológicas del Suelo
El término Edafológico se refiere siempre al estudio científico del suelo, de las características que influyen en los cultivos. En este artículo estamos centrándonos en las Propiedades Hídricas y la Textura.
► Factores del Consumo de Agua
El consumo de agua va a depender de varios factores:
- Del tipo de cultivo, cada cultivo utiliza una cantidad distinta de agua
- De la climatología, y en especial de la evaporación del agua, que será mayor a mayor temperatura.
- Del tipo de suelo que tengamos, a suelos con más arcilla, mayor cantidad de agua necesitan.
► Funciones del Agua en la Planta
El agua que toma una planta lo utiliza para tres funciones principales:
- Necesaria crecimiento vegetativo.
- Utilizada para realizar la fotosíntesis.
- Es el motor de la transpiración vegetal.
El principal gasto es para la transpiración, gasta muy poca para el crecimiento y la fotosíntesis. La transpiración es simplemente una bomba natural, que absorbe agua por las raíces, atraviesa todo la planta, y se evapora por los estomas de las hojas.



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Conclusiones
- En suelos arcillosos, regar hasta la capacidad de campo y no volver a regar hasta un 30% de la misma. Esto nos permite riegos abundantes y espaciados en el tiempo.
- En suelos arenosos los riegos deben ser frecuentes y de poca cantidad, todo lo contrario a los suelos arcillosos.
- Solamente un 70% del agua de lluvia se acumula en el suelo y es útil.






Más Artículos de la Serie
- Riego I: El Valor Nutricional de las Aguas
- Riego II: Las Propiedades Hídricas del Suelo
- Riego III: El Riego Localizado
- Riego IV: Algas en Balsas de Riego.
- Riego V: Interpretación de Análisis Agua de Riego
- Riego VI: Salinidad en Aguas de Riego. La Necesidad de lavado.
- Riego VII: ¿Cuánto y Cuándo tengo que Regar?